1. Despeja el espacio, clasifica y descarta:
Antes de empezar a organizar, retira todas las prendas, accesorios y objetos de tu closet. Esto te permitirá evaluar el espacio disponible y limpiar cualquier rincón acumulado de polvo.
Clasifica tu ropa en categorías (camisetas, pantalones, vestidos, etc.) y evalúa cada prenda. ¿La has usado en el último año? ¿Te queda bien? Si no, considera donar o desechar. Esto aligera la carga y deja espacio para las prendas que realmente disfrutas y utilizas.