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La lluvia es la gran enemiga de las edificaciones. La mayoría de los problemas de humedad son debido a filtraciones de aguas lluvia. Por eso, existen varios tipos de impermeabilizantes para para combatir el problema. ¿Cuáles son? Aquí te lo contamos.
Ideal para cubiertas y terrazas. Estos impermeabilizantes están hechos con resina y materiales elásticos que al secarse crean una capa doblemente impermeable para mayor resistencia. Puede aplicarse sobre concreto, mortero, madera, tejas shingle, baldosas no esmaltadas, tejas de barro y fibrocemento. También puede usarse en paredes y fachadas fisuradas antes de pintar.
Su aplicación principal es para tanques de concreto, piscinas, foso de ascensores, fachadas de edificios y placas entre otros. Es un tipo de cemento muy fácil de aplicar y que no daña la capa de ozono.
Es un rollo usado durante la construcción para suelos de terrazas, balcones, cocinas y hasta baños. Se puede recortar y acomodar según el espacio. Se adapta perfectamente a todas las temperaturas. Es aplicable sobre madera, hormigón, metal, fibrocemento y terreno natural.
Se componen de agua emulsionada, poliéster y fibras de vidrio. Se puede aplicar sobre mortero, madera, concreto, cubiertas y vigas, entre otros. También se usa para reparar impermeabilizaciones ya deterioradas. Es de fácil aplicación y adherencia en superficies húmedas y secas.
Son líquidos incoloros a base de agua que crean una capa impermeable invisible que impide que los muros absorban el agua. Perfectas para superficies verticales como ladrillo, piedra natural o concreto. Para su aplicación, la zona debe estar sana, limpia y seca. Ya conoces los diferentes tipos de impermeabilizantes.
Se trata de una tela o membrana de alta resistencia de poliéster o fibra de vidrio que funciona como refuerzo de la impermeabilización acrílica o asfáltica. Debe colocarse antes de secarse una de estas. También son puestas en puntos críticos de fisuras. Su mayor beneficio es prolongar la vida de las impermeabilizaciones.
